jueves, 9 de septiembre de 2010

Felix Antonio Chávez-Cómo recurrir a Dios en los problemas y cómo comportarse en las circunstancias prósperas y adversas.





Cómo recurrir a Dios en los
problemas y cómo comportarse en las circunstancias prósperas y adversas.

Santiago, siervo de Dios y del Señor Jesucristo, a las doce tribus que están en la dispersión: Salud. Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en
diversas pruebas, sabiendo que la prueba
de vuestra fe produce paciencia. Mas
tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna. Y si alguno de vosotros tiene falta de
sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin
reproche, y le será dada. Pero pida con
fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del
mar, que es arrastrada por el viento y
echada de una parte a otra. No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor. El hombre de doble ánimo es inconstante en
todos sus caminos.

El hermano que es de humilde condición, gloríese en su exaltación; pero el que es rico, en su humillación; porque él pasará como la flor de la hierba.

Porque cuando sale el sol con calor
abrasador, la hierba se seca, su flor se cae, y perece su hermosa apariencia; así también se marchitará el rico en todas
sus empresas. Santiago,1:1-11.

El cristianismo enseña a los
hombres a estar gozosos en las tribulaciones; tales ejercicios vienen del amor
de Dios; y las pruebas del camino del deber darán lustre a nuestras virtudes
ahora y a nuestra corona al final. En
los tiempos de prueba preocupémonos que la paciencia actúe en nosotros, y no la
pasión; lo que se diga o haga, sea la paciencia la que lo diga y haga.

Todo lo
necesario para nuestra carrera y guerra cristiana será otorgada cuando la obra
de la paciencia esté completa. No debemos orar pidiendo que la aflicción sea
eliminada, tanto como pidiendo sabiduría para usarla correctamente. ¿Y quién no
quiere sabiduría para que lo guíe en las pruebas, regulando su propio espíritu
y administrando sus asuntos?



He aquí algo como respuesta a cada giro
desalentador de la mente, cuando vamos a Dios experimentando nuestra propia
debilidad y necedad. Después de todo, si alguien dice, esto puede pasarle a
algunos, pero me temo que yo no triunfaré, la promesa es: a todo aquel que
pida, le será dado.



Una mente
que se ocupe en considerar, de manera única y dominante, su interés espiritual
eterno, y que se mantiene firme en sus propósitos para Dios, crecerá sabia por
las aflicciones, continuará ferviente en sus devociones y se levantará por
sobre las pruebas y las oposiciones.



Cuando nuestra fe y espíritu se
levantan y caen con las causas secundarias, nuestras palabras y acciones serán
inestables. Esto no siempre expone a los hombres al desprecio del mundo, pero
esos caminos no pueden agradar a Dios. Ninguna situación de la vida es tal que
impida regocijarse en Dios. Los de baja condición pueden regocijarse si son
exaltados a ser ricos en fe y herederos del reino de Dios; y los ricos pueden
regocijarse con las providencias humillantes que los llevan a una disposición
mental humilde y modesta.



La riqueza mundana es cosa que
se agota. Entonces, que el que es rico se regocije en la gracia de Dios que lo
hace y mantiene humilde; y en las pruebas y ejercicios que le enseñan a buscar
la dicha en Dios y de Él, no en los placeres perecederos.

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